Sé. Inspira tus impulsos y transfórmalos en claridad.
Expira lealtad, no derrames más gotas de sal, que ya no es tiempo de penar.
Sé. Devuelve a la vida tu simiente, hunde tus manos en lo profundo
de la tierra, siente su calor, su cansancio y su esperanza.
Respira, suavemente.
Acompaña este momento eterno y observa que todo está hecho de ti.
No te pierdas, no decaigas, siente tu calor, tu Oferta y tu Fe.
Sé. Ahora. Ya